Día de la Dislipemia Aterogénica (DA)
Pacientes con niveles aceptables de colesterol ldl pueden padecer Dislipemia Aterogénica (DA) y tener alto riesgo cardiovascular
Este fin de semana, la SEA ha celebrado el Día de la DA, patología que afecta a unos 3 millones de españoles
Este viernes y sábado, días 24 y 25 de febrero, hemos celebrado el Día de la Dislipemia Aterogénica (DA) con un encuentro en Madrid organizado por el Grupo de DA de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), con el patrocinio de Viatris.
La DA es una alteración que se acompaña de un elevado riesgo cardiovascular, relacionado con la existencia de lipoproteínas ricas en triglicéridos y remanentes, y que contienen apoB. Es lo que conocemos como colesterol remanente, que es aquel que no es ni LDL ni HDL y que, en general, está menos controlado, a pesar de que es posible estimarlo de forma indirecta en la práctica clínica. La DA en España afecta a entre un 5 y un 10% de la población. Es decir, unos 3 millones de personas pueden estar padeciendo DA en nuestro país.
La DA aúna tres alteraciones que son factores de riesgo cardiovascular por sí solas: aumento de triglicéridos, descenso de colesterol HDL y presencia de partículas LDL especialmente aterogénicas por ser más pequeñas y densas de lo habitual.
Mayor prevalencia en obesidad, diabetes o síndrome metabólico
La prevalencia de la DA es cada vez mayor en personas con obesidad, diabetes o con síndrome metabólico, una auténtica pandemia cardiovascular global. Estos pacientes son, por tanto, especialmente de riesgo.
Señal de alarma
La cifra de
triglicéridos, de colesterol no HDL o de colesterol remanente se comportan como
biomarcadores de este trastorno lipídico y pueden ser una señal de alarma y anunciar la posibilidad de DA,
independientemente de que esté controlado el colesterol LDL. Por eso, es necesario tener en cuenta este
riesgo residual no estrictamente dependiente de LDL y realizar su estimación en pacientes previsiblemente de riesgo; para adelantar la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento lo antes posible. Un tratamiento que, en muchos casos, deberá ser combinado: es decir, no bastará la estatina, sino que tendrá que ser complementada por otro tipo de fármacos.
Hábitos y estilo de vida
La aparición de la DA está asociada en muchas ocasiones a un conjunto de hábitos de vida poco saludables. La incorporación de una dieta saludable, ejercicio físico regular, junto a la supresión del hábito tabáquico son las primeras medidas para reducir el riesgo cardiovascular en los pacientes con DA. Para ello, en estas personas, se debe mejorar la calidad nutricional de su alimentación, sustituyendo los alimentos con mayor efecto aterogénico por otros de efecto más saludable. Hay una sólida evidencia de que los patrones alimentarios de base vegetal, bajos en ácidos grasos saturados, colesterol y sodio, con un alto contenido en fibra, potasio y ácidos grasos insaturados, son beneficiosos y reducen la expresión de los factores de riesgo cardiovascular. Un buen modelo de ellos sería el patrón de dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen.
Desde la SEA se ha elaborado recientemente un documento que se centra en analizar el papel que juega la nutrición en la prevención y tratamiento de la DA, aportando las evidencias actuales que sirvan de herramienta a los profesionales de la salud y a los pacientes con DA en su manejo clínico. Una vez más, la SEA invita también a todos los ciudadanos a seguir sus
recomendaciones de estilo de vida.

