Entrevista a José María Mostaza

José María Mostaza Prieto es el nuevo presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA). Es jefe de la Sección de Medicina Interna del Hospital de La Paz desde 2020, lugar donde ha ejercido como médico especialista desde 1990. En esta entrevista nos explica sus prioridades para la SEA, entre ellas, impulsar las Unidades de Lípidos en toda España y dar mayor visibilidad a la entidad, tanto en el ámbito científico como entre la población en general.

¿Cómo afronta su presidencia de la SEA? ¿Cuáles son sus principales objetivos para el actual mandato?

Mi prioridad es aumentar la base de la Sociedad. No tanto el número de socios, sino implicar a muchas más personas de especialidades y campos que, hasta ahora, no tenían una implicación importante en nuestra Sociedad.

También aumentar las Unidades de Lípidos en nuestro país, cuyo número se ha ido reduciendo desde hace 20 años: en el año 2000 había 102 Unidades y en el 2020 disponemos tan solo de 73, con una distribución nacional muy heterogénea ya que la mayoría están en Cataluña, Madrid y Andalucía. En un cálculo estimativo, aproximadamente un 36% de la población española no tiene a su alcance una Unidad de Lípidos, y este porcentaje me parece extraordinariamente alto porque deja sin atención de calidad a muchos pacientes con dislipemias graves. Por eso, uno de mis principales objetivos es conseguir implantar más Unidades de Lípidos distribuidas de forma homogénea en el territorio de España.

Desde la SEA, nos ponemos como objetivo crear una verdadera red nacional de Unidades de Lípidos que permita compartir datos y realizar una atención a pacientes y familiares que viven en otras zonas de España de forma coordinada.

¿De qué manera se puede detectar pacientes susceptibles de ser tratados en Unidades de Lípidos especializadas?

La participación de los servicios de bioquímica clínica de los hospitales es muy importante en este sentido. Por eso, desde la SEA queremos llegar a acuerdos con la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular, gestión ya iniciada por mi predecesor en la presidencia, Dr. Pedro Valdivielso. La idea es que esta Sociedad, en todos los servicios de Bioquímica Clínica de todos los hospitales de España, pueda detectar pacientes con un nivel de colesterol extraordinariamente alto, y que sean comunicadas con algún tipo de alerta al médico de Atención Primaria, advirtiéndole de que ese paciente podría padecer algún tipo de dislipemia genética y habría que derivarlo a una unidad especializada.

¿Qué acciones tiene prevista desarrollar la SEA en el corto plazo? ¿Se retomará algún tipo de actividad presencial?

Los seminarios online de una hora que hemos ido celebrando a raíz del confinamiento han tenido muy buena acogida. Los realizamos normalmente cada último jueves de mes y los asignamos cada vez a un grupo de trabajo de la SEA. De momento, tenemos programados hasta noviembre de este año, y pensamos mantenerlos en el futuro, de cara a 2022. Creo que es una manera de tener impactos entre nosotros y me parece importante que nos podamos reunir una vez al mes para compartir conocimientos e inquietudes.

En junio de 2022 también esperamos retomar el Congreso Anual de la SEA de forma presencial en Madrid, donde debería haberse realizado en 2021.

La reunión de Hipertrigliceridemias que solemos hacer cada año volverá a hacerse de forma presencial en 2022 en Granada, en marzo.

Y me consta que habrá más actividades porque vienen nuevos fármacos, nuevos lanzamientos que organizará la industria, pero muchos de ellos tendrán el patrocinio de nuestra Sociedad.

Mirando hacia atrás, a los más de 30 años de historia de la SEA, ¿cuáles considera que han sido las principales aportaciones de la Sociedad?

Si somos conocidos por otras sociedades científicas es por nuestro elevado carácter científico. Somos una sociedad formada por personas que tenemos un interés científico enorme y que hacemos una gran cantidad de publicaciones al año.

La actividad de publicaciones científicas de todos los miembros de la SEA, en todos los ámbitos de la arteriosclerosis y de la nutrición, es francamente muy importante. Si analizamos el número de publicaciones, por número de socios, somos de las sociedades que más ciencia estamos generando anualmente. Este es el principal bagaje de nuestra SEA.

Por otro lado, muchas de las tablas de recomendaciones de utilización de determinados alimentos en relación a los niveles de colesterol, y que utilizan otras sociedades científicas, parten de las recomendaciones nutricionales que durante muchísimos años ha venido haciendo la SEA.

En este momento, además, creo que estamos haciendo muchas cosas desde el punto de vista de consensos y de documentos que recomiendan uso racional de determinados fármacos para el tratamiento de las dislipemias. Estas recomendaciones están teniendo un importante impacto entre la comunidad médica, científica e incluso en el Ministerio de Sanidad, donde están aceptando las recomendaciones de la SEA como el patrón oro para sus propias recomendaciones. En este sentido, estamos muy bien posicionados.

Además, disponemos de una importante base de datos, lo que llamamos el Registro de Dislipemias de la SEA, con datos de miles de pacientes, que está dando lugar a numerosas publicaciones científicas y lo seguirá haciendo sin duda alguna en el futuro.  

Comenta y destaca el eminente carácter científico de la SEA. Respecto a la práctica clínica, ¿es también importante el peso de la entidad?

Efectivamente, en la SEA están muy bien representados tanto el ámbito de la investigación como el de la práctica clínica. Pero, desde mi punto de vista, están un poco alejados el uno del otro: parece que haya dos sociedades distintas dentro de la SEA, como si fueran compartimentos estancos. Para mí como presidente, es otra prioridad favorecer la relación entre ambas partes, trabajar más en aspectos traslacionales e impulsar actividades en este sentido.

Antes de terminar, ¿le gustaría añadir algo más? ¿Le gustaría decir algo a los miembros de la SEA ahora que estrena presidencia?

A todos los miembros de la SEA, que participen en nuestras actividades. Estamos en un momento dulce y que puede durar durante unos años, dado que están apareciendo cada vez más fármacos para el manejo de diferentes tipos de dislipemias. Hasta hace pocos años, estábamos limitados prácticamente a recetar estatinas. Ahora, con la llegada de nuevos fármacos complejos, que actúan por diferentes vías, podemos bajar mucho el colesterol, pero también vamos a poder bajar los triglicéridos, los remanentes de lipoproteínas… Esta nueva situación nos va a exigir que conozcamos mucho mejor la fisiopatología de las dislipemias y el metabolismo lipoproteico, lo que nos va a hacer mucho más especialistas.

En este sentido, animo a toda la gente de la SEA a que proponga ideas a la junta directiva. Las ideas buenas de nuestros socios serán financiadas: existe posibilidad de financiación y estamos en un buen momento económico en la sociedad y dentro del mundo del lípido en general.

Y entre todos hemos de dar más visibilidad a la SEA. No tenemos el impacto en la comunidad médica de nuestro país ni a escala poblacional que nos merecemos. Tenemos que generar mucha más ciencia dirigida a nuestros compañeros: más consensos, más guías… Y también hay que saber trasladar todo esto a la población.