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Dra. Núria Plana, coordinadora del Grupo de UL de la SEA desde 2021

"Las UL de la SEA son la referencia en España en consultas de dislipemias y riesgo vascular"

FECHA DE PUBLICACIÓN: 12/05/2025

“Es prioritario crecer en número de UL en los territorios menos cubiertos, para compensar el desequilibrio que ahora existe y poder ofrecer una mejor atención a los pacientes”

En 2025 celebramos los 25 años de la homologación de las primeras UL de la SEA y haber alcanzado (y superado) la cifra de 100 UL repartidas por todo el país. Aprovechando la ocasión, hablamos con la Dra. Núria Plana, que ha estado al frente del Grupo de UL de la SEA en los últimos cuatro años, además de formar parte del comité del Registro de Dislipemias y de ser la tesorera de la Sociedad. A punto de pasar el relevo a nuevas manos, repasa y valora la importancia de las UL, y apunta algunos retos y objetivos. 

¿Qué supone, para la Sanidad española, la red de UL de la SEA?


N.P Estas consultas reúnen a las personas más especializadas, con un conocimiento más profundo y una actualización constante en materia de dislipemias y riesgo vascular. Además, no solo visitamos a pacientes de riesgo cardiovascular, sino que somos las unidades de referencia para el diagnóstico de enfermedades genéticas y raras relacionadas con el metabolismo lipídico. Es decir, realizamos tratamientos de alta complejidad, y somos referencia de ellos en toda España. 


Y manejamos a estos pacientes con una aproximación multidisciplinar. Por todo ello, nuestras UL han de ser las de referencia en España. En cierto modo ya lo son, porque en muchos temas el Ministerio de Sanidad tiene muy en cuenta la opinión de la SEA, por ejemplo, en los IPT de nuevos fármacos. 

Mencione los momentos más importantes, según su opinión, a lo largo de estos 25 años de UL.


N.P.  Inicialmente, la mayoría de UL estaban en Catalunya, fuimos pioneros en su puesta en marcha. Pero estaba muy claro que no íbamos a ser solo nosotros, sino que la SEA tenía que extender las UL y crear una red en toda España. Pero el hecho de que en Catalunya hubiera un grupo de compañeros de la SEA que, además, éramos un grupo de amigos, contribuyó seguramente a impulsar este proyecto. Así que este inicio me parece uno de los momentos clave. 


Posteriormente, y en los últimos años, creo que lo más destacable es el trabajo que se ha hecho para extender de forma efectiva estas consultas a todas las comunidades autónomas. En este sentido, el Proyecto Creamos ha sido definitivo para que el papel de las UL de la SEA fuera visible, y se impulsara la creación de nuevas UL en toda España.

Durante los años en que ha ejercido de coordinadora del grupo de UL de la SEA, ¿cuáles han sido sus principales aportaciones?


N.P Como decía, creo que lo más relevante ha sido el Proyecto Creamos, que ha permitido hacer grupos de trabajo en cada comunidad autónoma, dar visibilidad a la SEA, y conseguir un crecimiento importante en el número de UL.  


Además, en estos años hemos sabido resistir, adaptándonos a situaciones como una pandemia, sin dejar de trabajar. Y hemos aprendido a comunicar mejor para poder llegar a la gente joven. 

¿Cuáles han sido las mayores dificultades para poner en marcha y mantener la red de UL en España?


N.P Cuando empezamos, el mundo de los lípidos no interesaba mucho y, como sociedad multidisplinar que somos, tuvimos la capacidad de interconectar diferentes profesionales y eso nos permitió, y nos permite, enriquecernos. Posteriormente, otras sociedades científicas asociadas a especialidades concretas se han interesado también en las alteraciones lipídicas, compitiendo en la obtención de recursos.


Ha habido también momentos de dificultad en el plano económico. Cuando aparecen novedades terapéuticas es más fácil obtener patrocinio, y cuando no existen estos ingresos es más difícil mantener el ritmo de actividad. 



Pero nuestras ganas de trabajar, el interés personal de nuestros asociados y la colaboración entre nosotros, con una especial relación personal, nos ha permitido avanzar y seguir existiendo. 

“Nuestras ganas de trabajar, el interés personal de nuestros asociados y la colaboración entre nosotros, con una especial relación personal, nos ha permitido avanzar y seguir existiendo”

En estos momentos, ¿cuáles son los retos fundamentales de las UL?


N.P Crecer siempre es positivo porque permite la llegada de nuevas voces, permite irnos renovando. Así que seguir creciendo en número de consultas es uno de los objetivos. 



Y hacer sentir la SEA a los nuevos llegados como la sentimos nosotros, los socios de siempre. Conseguir transmitirles el sentimiento de pertenencia a esta sociedad, que es una familia. Hacerles sentir que son importantes y que no son un número: su trabajo, su aportación y su opinión son fundamentales para todos nosotros. 

¿Y los objetivos médicos o de investigación? 


N.P Lo ideal es que nuestras UL sean la referencia de todos los proyectos de investigación que se realicen en España en el mundo de los lípidos. Y, en parte, ya es así. Sin embargo, no todas las UL tienen la infraestructura para hacer determinados ensayos clínicos. Por tanto, lo que hemos de conseguir es potenciar la capacidad investigadora de todas ellas, creando red y trabajando juntos. 


Por lo que respecta a la atención médica, las UL han de ser la referencia en lípidos en su área territorial de influencia, trabajándose la coordinación con otras consultas, en especial con Atención Primaria.

¿Qué cifra de UL sería ideal para España? Superadas las 100, ¿cuántas hacen falta todavía?


N.P El objetivo era conseguir tener UL en todas las comunidades autónomas, y esto ya se ha logrado. Por supuesto, hay comunidades, como Catalunya, Andalucía o Madrid, que tienen muy alta representación, mientras que otras disponen de pocas consultas, incluso solo una. No sabría cuantificar cuántas UL necesitamos en España, pero sí que es prioritario crecer en número de UL en los territorios menos cubiertos, para compensar el desequilibrio que ahora existe y poder ofrecer una mejor atención a los pacientes. Y para que también se puedan hacer redes de colaboración entre UL del mismo territorio, como ya existen, por ejemplo, en Catalunya o en Madrid. 

¿Qué significa para una UL entrar a formar parte de la red de la SEA? ¿Qué permite la homologación por parte de la SEA?


N.P La SEA es pequeña respecto a otras sociedades médicas de nuestro país. Y eso nos permite trabajar con mucha comunicación entre nosotros, con fácil acceso entre grupos de trabajo y entre UL. Formar parte de la red de UL de la SEA garantiza poder tener contacto directo con otros profesionales con los que abordar casos complejos, a quienes pedir ayuda, etc. Somos, además, una sociedad multidisciplinar que se enriquece de la experiencia compartida de clínicos de distintas especialidades, epidemiólogos, especialistas de laboratorio clínico e investigadores básicos. 


Adicionalmente, el acceso al Registro de Dislipemias, que es un tesoro de la SEA, con muchos casos documentados y seguidos durante años, nos ha dado un impulso clave para realizar publicaciones en colaboración. Esto, si no fuera por el trabajo de todos, no sería posible. Ahora mismo tenemos casi 10.000 pacientes de toda España en nuestro Registro, lo cual nos permite analizar datos de forma muy bien documentada. 


Incluso UL pequeñas y con poco equipo, al tener acceso a este Registro, pueden llegar a realizar publicaciones que, de otro modo, no podrían realizar. El enriquecimiento científico que la SEA proporciona a las UL nos sirve para ofrecer un mejor tratamiento a los pacientes de riesgo vascular, muy en especial en casos de dislipemias graves, en muchos casos de origen genético.