ENTREVISTAS Dra. Marta Mauri

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Marta Mauri, especialista en Medicina Interna y responsable de la Unidad de Lípidos y Riesgo Vascular del Hospital de Terrassa (Consorci Sanitari de Terrassa)

"El ictus y la enfermedad arterial periférica están injustamente relegados a un segundo plano en cuanto a la atención en salud cardiovascular”

FECHA DE PUBLICACIÓN: 03/10/2022

La Dra. Marta Mauri, en el centro, con la Dra. Carolina Guerrero (a su izquierda) y la Dra. Àngels Pedragosa (a su derecha). Junto con la Dra. Rosa María Borrallo (que no aparece en la fotografía), componen la Unidad de Lípidos del Hospital deTerrassa.

La Unidad de Lípidos (UL) del Hospital de Terrassa está compuesta por 4 especialistas en Medicina Interna, que visitan y atienden a los pacientes, en estrecha colaboración con otros departamentos del centro, como Cardiología, Cirugía Vascular, Neurología y Nutrición. La misión de la UL es la prevención cardiovascular primaria y secundaria: tratar para evitar eventos, y hacer seguimiento y controlar a las personas que ya han superado alguno.


Es una de las primeras UL homologadas por la SEA. Cualquier UL de España puede solicitar la homologación de la SEA. Nuestra Sociedad está comprometida no solo con el apoyo a las UL existentes, sino que es agente impulsor de creación de nuevas UL por todo el país, con el objetivo de asegurar la asistencia en materia de dislipemias en todo el territorio nacional, de forma homogénea.


La Dra. Marta Mauri fue la impulsora, a finales de los años 90, de la UL del Hospital de Terrassa, y aún hoy es su responsable. En la comarca catalana del Vallès occidental, la más poblada después del Barcelonès, el Hospital de Terrassa fue el primero donde se empezó a hacer diagnóstico de Hipercolesterolemia Familiar (HF), gracias a esta UL. En estrecha colaboración con la SEA, este equipo ha ido creciendo y combinando su actividad asistencial con la investigación clínica. Actualmente, encabeza el estudio MALIC, que se está realizando en hospitales de toda Cataluña para mejorar la atención médica recibida por personas que han sufrido un ictus.


¿Cuál es la actividad principal en la consulta de su UL?


M.M Atendemos a dos tipos de pacientes principalmente. Los que tratamos en prevención primaria para evitar que padezcan algún tipo de evento cardiovascular y, por otro lado, los que atendemos en prevención secundaria, es decir, después de haber sufrido ya un infarto o un ictus, por ejemplo. Estas actividades ocupan un 70% de nuestro tiempo.


Y, además, seguimos trabajando en la detección y control de los pacientes con HF. Fuimos pioneros en la comarca trabajando con la Atención Primaria, formando a los médicos y dándoles claves para la detección de HF entre sus pacientes habituales. Y seguimos haciéndolo ahora.

A pesar de todos estos esfuerzos, ¿sigue costando encontrar a estos pacientes? ¿La detección sigue siendo la asignatura pendiente?


M.M Las cosas han cambiado radicalmente desde la década de los 90 respecto a la HF. Se ha avanzado muchísimo. Pero queda mucho por hacer, especialmente en zonas de alta densidad de población, como la nuestra.  La población está mucho más concienciada sobre la importancia del colesterol alto y en el ámbito sanitario también se han implementado protocolos y medios para avanzar en la detección y el diagnóstico de las familias afectadas. Hay que seguir avanzando, pero también hemos de estar satisfechos de los progresos realizados.

¿Qué porcentaje de pacientes afectados de HF consiguen diagnosticar actualmente?


M.M En nuestro hospital creemos estar sobre el 60% de pacientes diagnosticados del total probable de afectados de HF. Es una cifra importante.

Además de pacientes afectados de HF, en la UL también atienden otro tipo de enfermedades cardiovasculares, ¿es así?


M.M Al principio la UL se creó básicamente para el diagnóstico y tratamiento de la HF, porque detectamos un agujero asistencial muy importante respecto a esta enfermedad. Con los años, hemos ido consiguiendo más medios y más personal, y esto nos ha permitido extender la actividad a otro tipo de pacientes, con otras afecciones, como infartos, ictus, etc. Ahora somos una UL que se ocupa de manera transversal de la salud cardiovascular de nuestra población.

¿También llevan a cabo una labor de investigación? ¿En qué consiste?


M.M Con la incorporación de nuevas personas en el equipo de la UL hemos podido ampliar actividad hacia la investigación clínica. Concretamente, nuestra compañera, la Dra. Àngels Pedragosa, ha puesto en marcha el estudio MALIC, realizado con la participación de hospitales de toda Cataluña, para conocer el tratamiento hipolipemiante que reciben en la práctica clínica habitual los pacientes con ictus isquémico no cardioembólico y con accidente isquémico transitorio después del evento agudo. Este estudio se realiza en tres fases. La primera es una encuesta a los profesionales implicados en el manejo de pacientes con ictus para determinar si se sigue alguna estrategia en la prevención secundaria y cuál se utiliza para prescribir tratamiento hipolipemiante. Esta fase está terminada y ahora estamos realizando la segunda fase, que consiste en el análisis de casos consecutivos de ictus cardioembólico en los distintos hospitales. Estamos en fase de reclutamiento de estos pacientes, para estudiarlos. La tercera fase consistirá en revisar a los 6 y a los 12 meses estos casos para ver qué grado de control de los factores de riesgo vascular han tenido y prestando atención especial al manejo de los lípidos en estos pacientes.

¿En la primera fase ya realizada, han detectado algún elemento de especial interés?


M.M De hecho, la Dra. Pedragosa puso en marcha este proyecto porque detectamos que en nuestra comarca los pacientes que habían padecido un ictus recibían una atención en prevención secundaria mucho peor de la que recibían los pacientes con infarto de miocardio. Observamos que la formación en riesgo cardiovascular de algunos especialistas era más deficiente en cuanto al ictus y, por tanto, los pacientes no estaban bien controlados. Con la primera parte del estudio terminada, podría confirmarse esta premisa: el manejo de los pacientes después de un ictus es muy mejorable.

¿Es el ictus, entonces, el “hermano pequeño” de la prevención cardiovascular, a la sombra del infarto?


M.M Sí. El ictus y la enfermedad arterial periférica están injustamente relegados a un segundo plano en cuanto a la atención en salud cardiovascular.

Siendo relativamente sencillo prevenir una parte de casos de enfermedad cardiovascular con un estilo de vida saludable, ¿por qué sigue habiendo una prevalencia y una mortalidad tan elevadas por esta causa?


M.M Hay muchos factores que confluyen. Por un lado, el médico tiene que tener muy claros los objetivos con cada paciente y prescribirle lo que necesite en cada momento, sin demorar dicha prescripción, lo que no siempre se hace…


Y también hemos de dedicar el tiempo suficiente a cada paciente para permitirle empoderarse. Los pacientes necesitan que se les dedique tiempo, tienen que entender su situación perfectamente, hemos de ser muy claros con ellos y hacerles ver con entusiasmo el beneficio de salud que van a tener si realizan una serie de cambios en su estilo de vida. Cualquier pequeño cambio hecho con convicción y determinación por el paciente es un gran paso. Y el primer paso, lleva al segundo.

“Los pacientes necesitan que se les dedique tiempo, tienen que entender su riesgo cardiovascular perfectamente, hemos de ser muy claros con ellos y hacerles ver con entusiasmo el beneficio de salud que van a tener si realizan cambios en su estilo de vida y toman la medicación”.

¿El estilo de vida saludable es lo más importante para mejorar la salud cardiovascular?


M.M Indudablemente es un factor importantísimo, pero no basta, a veces. La eficacia de la medicación a día de hoy es muy importante. En función del objetivo médico con cada paciente, es clave elegir las herramientas farmacológicas que tenemos y prescribirlas de forma decidida, sin perder el tiempo.

¿El factor genético también es una de las causas de la enfermedad cardiovascular? Es decir, incluso con un estilo de vida saludable, ¿por genética se puede desarrollar alguna dislipemia?


M.M En el caso de la HF, evidentemente sí hay una causa genética dominante. En el resto de enfermedades cardiovasculares, más que una causa puede darse una predisposición genética que interacciona con los hábitos de vida.

¿Los tratamientos farmacológicos son para toda la vida en pacientes con riesgo cardiovascular o que ya han sufrido un evento?


M.M Es una pregunta que nos hacen mucho, sobre todo pacientes en prevención primaria. Los pacientes a veces dejan la medicación cuando el colesterol se les ha controlado un poco y ha mejorado. Y esto no puede suceder, sobre todo cuando hablamos de prevención secundaria, en personas que ya han padecido un evento cardiovascular y que la deberán tomar a lo largo de toda su vida.

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