ENTREVISTAS Dr. Carlos Guijarro

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"Después de años con pocos avances, ahora se abren perspectivas muy interesantes en el tratamiento de la dislipemia"

FECHA DE PUBLICACIÓN: 29/06/2023

El Dr. Carlos Guijarro es el nuevo presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA). Es médico internista del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, profesor del Departamento de Especialidades Médicas y Salud Pública, y Vicedecano de Hospitales de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Inicia su mandato al frente de la SEA tras el XXXV Congreso de la Sociedad, celebrado este mes de junio en A Coruña, con más de 400 participantes. Afronta la presidencia en un momento importante para el mundo de la dislipemia, porque están llegando grandes novedades terapéuticas. En este contexto, el objetivo es seguir impulsando la creación y consolidación de las Unidades de Lípidos de la SEA en el territorio español, un instrumento para mejorar la atención a los pacientes de riesgo vascular. Adicionalmente, se propone reforzar la internacionalización de la SEA, potenciando las relaciones con grupos y sociedades europeas y latinoamericanas.

¿Como nuevo presidente, cuál es su valoración del XXXV Congreso de la SEA?


C.G. Hemos vivido un Congreso de muchísimo interés científico. Nos hemos reunido más de 400 personas con una gran intensidad de participación. Se ha demostrado de nuevo que, a pesar del número relativamente modesto de integrantes de nuestra Sociedad, la participación es muy intensa, y somos un grupo muy compacto. Y enriquecido por el espectro amplio de profesionales que participan. El valor añadido especial de nuestra Sociedad es la multidisciplinariedad. Participamos internistas, médicos de laboratorio clínicos y básicos, neurólogos, cardiólogos, endocrinólogos, médicos de familia, investigadores clínicos, farmacólogos... Somos una Sociedad que tiene una aportación muy enriquecedora porque no somos de una sola especialidad médica, sino de muchas. Y todos estamos de acuerdo en intentar mejorar nuestra aproximación a las patologías cardiovasculares, que son las que más muertes causan en España y el mundo occidental y en desarrollo. La convergencia de profesionales con distinta formación y trayectoria es la máxima riqueza de nuestra Sociedad.

 “El valor añadido especial de nuestra Sociedad es la multidisciplinariedad. Somos profesionales de muchas especialidades y todos intentamos mejorar nuestra aproximación a las patologías cardiovasculares, las que más muertes causan en España y el mundo occidental”

¿Algún momento del Congreso que le gustaría destacar?


C.G. Hemos tenido el privilegio de que la Conferencia de inauguración la realizara el Dr. Ramon Estruch, uno de los líderes del estudio Predimed, de importancia mundial, que estableció rotundamente el beneficio de la Dieta Mediterránea en la prevención primaria cardiovascular. Y como presentador de la misma, tuvimos al Dr. Francisco Pérez Jiménez, uno de los líderes del estudio Cordioprev, que confirma el beneficio de la Dieta Mediterránea rica en aceite de oliva virgen también en la prevención cardiovascular secundaria. Ambos estudios han sido publicados en las revistas científicas más importantes del mundo (New England Journal of Medicine y Lancet), y con participación importante en ambos de miembros de la SEA. Pocas sociedades pueden exhibir aportaciones tan importantes a escala mundial en el mundo de la dieta y de la protección cardiovascular. 


A lo largo del Congreso se ha debatido ampliamente sobre tratamientos para el control de la dislipemia y para la prevención cardiovascular. ¿Qué es lo que más destacaría en este sentido?


C.G. Hemos visto distintos estudios de gran interés, como el Santorini sobre el control de la dislipemia en Europa, en el que ha colaborado el Dr. José María Mostaza. Este estudio ha demostrado que todavía nos queda mucho camino por recorrer para utilizar los tratamientos disponibles y en algún subgrupo de pacientes necesitamos implementar nuevos instrumentos de prevención cardiovascular. El Congreso nos ha permitido debatir sobre estrategias de futuro a corto y medio plazo. A corto, esperamos tener disponibilidad de algunos tratamientos para reducir el colesterol LDL. En particular, un nuevo fármaco que está disponible ya en España a falta de financiación definitiva, el ácido benzedoico, que es un nuevo inhibidor de la síntesis del colesterol que puede producir efectos protectores cardiovasculares y, de modo muy interesante, en pacientes que son intolerantes a las estatinas. Por lo cual, este nuevo medicamento cubre un amplio espectro de población de riesgo que hasta ahora tenía una dificultad de tratamiento.


También existen otros nuevos tratamientos que reducen de modo importante el colesterol LDL, como el Inclisiran, un fármaco ya probado en bastantes países europeos y pendiente de aprobación definitiva en España. Destaca su mecamismo de acción: un ARN pequeño de interferencia (siRNA) que bloquea la síntesis de PCSK9, con inyecciones semestrales, puede reducir el colesterol en más del 50% con dos dosis al año. Esto puede revolucionar el tratamiento de los pacientes con dislipemias especialmente graves, de larga duración o a quienes cuesta mantener la terapia a largo plazo. Este fármaco ya ha demostrado su seguridad a medio-largo plazo, pero en España estamos esperando la decisión de las autoridades sanitarias para ver cómo se incorpora en nuestro país al vademécum hipolipemiante. Los siRNA son más fáciles de sintetizar y almacenar (no requieren cadena de frío como los anticuerpos monoclonales), lo que puede facilitar un uso en una diana de población especialmente amplia. 


Además de facilitar el acceso a los anticuerpos monoclonales inhibidores de PCSK9 a muchos pacientes que pueden beneficiarse de los mismos, dentro de poco dispondremos de otros con inhibidores orales de PCSK9 y, con perspectiva de futuro, dispondremos de vacunas e incluso edición génica. 


¿Estamos viviendo un momento revolucionario, con una ampliación considerable de las opciones de tratamientos disponibles hasta la fecha. 


C.G. Sin duda. Por un lado, en el Congreso hemos confirmado que no estamos llegando hasta donde tenemos que llegar con las terapias actualmente disponibles y, por otro, tenemos la fortuna de que, después de un período de años con pocos avances, ahora se abren perspectivas muy interesantes. 


Contamos también con el Evinacumab, un anticuerpo monoclonal que bloquea la proteína ANGPTL3, facilitando la acción de la lipoproteín lipasa, que abre opciones de tratamiento en pacientes con hipercolesterolemias severas, incluso en pacientes con hipercolesterolemia familiar homozigota sin receptor LDL. 


Otra diana terapéutica elusiva en términos de prevención de complicaciones cardiovasculares es el caso de pacientes con hipertrigliceridemia con colesterol LDL controlado en la época post estatinas. Tras el fracaso de los fibratos en ensayos recientes, por fin disponemos de una nueva opción terapéiutica. A corto plazo contaremos con una variante especial del un ácido graso Omega 3, que es el icosapento de etilo, que ha demostrado reducir las complicaciones en pacientes de alto riesgo vascular que tienen el colesterol bien controlado pero los triglicéridos elevados, un potente marcador del riesgo persistente. Además es una muy buena noticia, porque otros estudios con otros omega 3 no han logrado demostrar eficacia en prevención cardiovascular.


Estos avances ofrecen una perspectiva esperanzadora para el mundo de la dislipemia.


C.G. Absolutamente. Hemos reconocido un fracaso histórico: nunca hemos sabido contarle bien a los pacientes la importancia de varias alteraciones del metabolismo lipídico. Ahora tenemos la oportunidad de cambiar esta situación y ofrecer diversas alternativas para tratarlo, más allá de las estatinas y de la reducción del colesterol LDL. 


La presencia de las Unidades de Lípidos (UL) también ha sido importante en el Congreso. 


C.G. Sí. En el último año hemos incrementado en un 20% las UL existentes en nuestro país, gracias al impulso del proyecto Creamos, con el que hemos logrado poner en marcha UL en territorios que estaban un poco escasos, como Castilla y León. Esto supone también un afianciamiento de la presencia de nuestra Sociedad en toda España. Durante el Congreso, hemos tenido interesantes testimonios de las UL, con una aproximación y mejora efectiva del tratamiento de los pacientes a los pocos meses de su puesta en marcha. 


¿Es un objetivo prioritario de la SEA seguir ampliando UL por toda España?


C.G. Se ha trabajado muy bien en este sentido durante el último mandato y ahora los objetivos son consolidar la participación efectiva de las UL y continuar impulsando nuevas, porque todavía hay huecos en el territorio nacional donde podemos mejorar bastante la presencia. 


En el Congreso se ha revisado el primer documento de consenso español para la determinación e informe del perfil lipídico en laboratorios clínicos. 


C.G. Sí, porque se trata de un documento de gran importancia, elaborado conjuntamente por 15 sociedades científicas con el fin de mejorar la calidad asistencial de los pacientes y contribuir a una mejor estrategia de prevención cardiovascular. Los laboratorios clínicos juegan un papel esencial como eje de convergencia de todas las especialidades médicas, y las decisiones clínicas se basan en gran medida en los informes analíticos que proporcionan. La SEA ha liderado este documento, junto con la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y esperamos que su difusión y aplicación marque un hito en este aspecto. 


 “Hemos trabajado muy bien hasta ahora cohesionando UL nacionales, y quizás es momento para abrirnos a una colaboración similar con equipos y registros internacionales y, en particular, con la Sociedad Europea de Arteriosclerosis”

¿Qué proyectos destacaría como prioritarios para la SEA en su mandato?


C.G. Próximamente vamos a lanzar una nueva edición de los Estándares SEA. Integra la actualización y puesta al día en dislipemias, hipertensión, tabaquismo, ejercicio físico, dieta y, en general, todos los factores de riesgo cardiovascular. 


Adicionalmente, tenemos que impulsar el Registro Nacional de Dislipemias, que sigue siendo un baluarte de la SEA porque es un punto de convergencia de UL y referencia de casos clínicos de distintas dislipemias genéticas en nuestro país, y uno de los más potentes en Europa.

 

Precisamente, queremos impulsar nuestra presencia más activa en registros internacionales. Hemos trabajado muy bien hasta hora cohesionando UL nacionales y quizás es momento para abrirnos a una colaboración similar con equipos y registros internacionales y, en particular, con la Sociedad Europea de Arteriosclerosis. 


Y también vamos a trabajar en el impulso de nuevos talentos jóvenes, a través de un proyecto que iniciaremos este mismo mes de junio: SEA Joven. Con el mismo queremos reforzar no sólo nuevas UL, sino apuntalar el desarrollo científico y asistencial de jóvenes profesionales con el refuerzo de la SEA.

 “Tenemos un reto crucial que es trasladar lo que ya sabemos a la realidad. Algunos de los avances científicos tardan lustros de espera, 15 o 20 años, en llegar a ser implementados”

¿Cuál considera el principal reto que se plantea actualmente en el mundo de las dislipemias?


C.G. Tenemos un reto de investigación, sin duda ninguna. Pero sobre todo, tenemos un reto crucial que es trasladar lo que ya sabemos a la realidad. Algunos de los avances científicos tardan lustros de espera, 15 o 20 años, en llegar a ser implementados para un uso real. 


Como SEA, otro de los retos que nos fijamos es llegar a ser un puente entre los líderes de opinión y la sociedad, y ser referentes para grupos de trabajo de Atención Primaria y otras sociedades. Otro objetivo importante en esa línea es ponernos al servicio de las instituciones sanitarias para servir de referencia y mejorar distintos protocolos de prevención cardiovascular a escala nacional y en las comunidades autónomas, promoviendo un trabajo conjunto con la Administración. 


Por último, la apertura general que queremos llevar a cabo a la sociedad implica también dar respaldo a las asociaciones de pacientes. Es una de las áreas en que hemos empezado a trabajar, pero en la que nos queda mucho camino por recorrer. 

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